No se qué me enferma más, si comer galletitas con queso de rayar o ir arruinando de a poco esas ollas de teflón divinas que arruinará futuras comidas, el olor indeleble por días.
me regaló mi mamá cuando me mudé. O el simple hecho de saber que es MI CULPA por no prestar atención a lo que hago.
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