57) La gente con paraguas

El cielo se vuelve gris tono "bajeza-humana".

Si la palabra misma describe la utilidad del objeto paraguas: PARA-AGUAS... Entonces ¿Por qué sus usuarios se empeñan por resguardarse bajo los escasos techos de la vereda? ¿Se dan cuenta que ya tienen la solución a su problema, o no y es un mero egoísmo? ¿Se trata de alguna clase de fetiche donde se goza al ver humanos tiritando mojados bajo una mirada seca y resguardada?

Y por otro lado, el paraguas es un objeto sólido, no alguna clase de ectoplasma inmaterial, por lo tanto por una cuestión filantrópica ¿No sería adecuado mantener estos artefactos lejos de los globos oculares ajenos?

Cuando uno prolonga sus magnitudes, debería extender también la atención hacia el entorno de no dañar al prójimo con PUTAS VARILLAS PUNTIAGUDAS

56) Que me chiflen como perrito

Seguramente muchas mujeres comparten mi teoría: el cromosoma Y es una mutación patológica.
Pero hay una subespecie que nunca terminó de desarrollarse del todo, quedando estancada en algún tipo de neardental-sapiens, que asume al piropo como llamamiento al apareamiento efectivo o útil.

Me rebaja en muchos niveles, me ofende y a la vez me desconcierta. No puedo entender todavía como se pudo estandarizar esa forma como un realzamiento de la belleza femenina al ponerla al nivel de mascota.

A veces tengo fantasías de escroto abiertos como flores en campos de retrasados sociales.

55) Mermelada en queso o manteca

La actitud de untar la mermelada con el mismo cuchillo que se corta el queso o la manteca es simplemente negligente ¿Cuántas comidas más serán arruinadas con un sorpresivo sabor agridulce por responsabilidad del imberbe que deja pegada la mermelada en la manteca? ¿CUÁNTAS?

54) Los que escuchan música en el bondi con los parlantes externos

Carlos Celular no creyó que era posible que los argentinos utilicemos su invento para alterar y contaminar el espacio ajeno con tanta pero TANTA desconsideración.

Lo hacen con tal desdén y naturalidad, como realmente pensaran que son Guerreros contra el Silencio, que vienen a resguardarnos de la maldita Paz Mental, convencidos de que su música es gozada universalmente.

Nunca un Led Zeppelin o David Bowie... No, siempre un cumbiero de mierda. Y ni siquiera me siento prejuiciosa.