El talón de Aquiles de algunas personas es lo material: cualquier cosa de plástico y con colorcitos puede succionar de cualquier realidad para abstraerse hasta perderse en alguna porquería cualquiera.
Y la mujer ama las vidrieras. Y así van hacia ellas con la mente vacía de pensamiento, las mirada fija, babeando y gruñendo de punta a punta a lo ancho de la vereda hacia la vitrina, como zombies del consumo.
Uno camina a paso normal, o en tacos o con 6 kilos en la mochila, y de repente se cruza una imbécil a la que le gusto el pulovercito de cuello redondo y simplemente no tuvo ni la intención de fijarse si su fijación podía perjudicar el paso de alguien más. Y no....NO EXISTÍS... Ellas pasan nomas...
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tambien hay hombres q lo hacen y hay mucha gente q mira la vidriera directamente desde el auto, osea ni siquiera se bajan del auto y tapan toda la calle pa' mirar un reloj
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